Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí. – Isa 46:9
Bruliasse Xavier
La verdad que expresa este versículo es una de las verdades fundamentales de la Biblia y de la doctrina cristiana. El mismo Pablo dice: “mas para nosotros sólo hay un Dios… (1Co.8:6) y “Hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres Jesucristo hombre” (1Tim. 2:5) Mirando rápidamente el contexto de este versículo, desde el cap. 45:20, podemos ver que Jehová está haciendo ver a su pueblo la vanidad de los ídolos, los falsos dioses inventados por los hombres ya que estos dioses no salvan (Is.45:20) en contraste con Jehová que es Dios justo y Salvador (v. 21,22). Es más, los mismos supuestos dioses fabricados por los hombres van en cautiverio con ellos cuando son conquistados. (Is.46:1-2) ¡¡Qué imagen tan pintoresca y humillante de la impotencia de esos dioses!! Sin embargo es natural que así suceda porque los dioses falsos son mudas e inanimadas estatuas fabricadas por los hombres utilizando oro, plata y madera (Is.46:6-7). Entonces, en el v.9 Jehová da 4 razones que demuestran que Él es el único Dios:
4 razones por las cuales Jehová es y debe ser reconocido como el único Dios
1. Solo Jehová es eterno
“Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos muy antiguos”. El término “Las cosas pasadas” significa las cosas primeras, las cosas del principio. Esto es una alusión a Gn.1:1: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Con la creación vino también el tiempo. Antes del principio no había más que Dios, solo Dios era, ninguna cosa había sido traída a la existencia. No como los evolucionistas que afirman que el universo es eterno para de esta manera negar la existencia de Dios. Por eso que Moisés dice en el Salmo 90: 2 “Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo; desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.” Solo Jehová es eterno, todas las demás cosas tienen un principio por tanto no pueden ser reconocidas como Dios. Y por esto que Cristo es Dios por Él mismo dijo: “Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.” (Apoc. 1:8)
2. Solo Jehová es por sí mismo
“porque yo soy Dios” Si las cosas creadas no son eternas, su fuente de existencia está fuera de ellas. No existen por sí mismas. “Porque en Él (Cristo) fueron creadas todas las cosas, las que hay en el cielo y las que hay en la tierra, visibles e invisibles…” (Col.1:16, ver también Heb.1:2-3) Todo lo creado tiene su existencia y la mantiene en Jehová Dios, pero Jehová es por sí mismo. Él es increado y siempre es. Él dice a Moisés: “YO SOY EL QUE SOY”, Jesús le dice a los judíos: “Antes que Abraham fuese YO SOY” (Jn.8:58) Otra idea que se infiere en esta afirmación es que solo Él es poderoso y poderoso para salvar, los ídolos no pueden hacerlo como vimos al principio.
3. Solo Jehová es el único Dios
“y no hay otro Dios” Puesto que Jehová eterno y es por sí mismo, entonces Él es el único Dios. Nada ni nadie que se pueda considerar como deidad fuera del Dios verdadero cumple con las primeras dos condiciones o razones. Los ídolos son fabricados en algún punto del tiempo, por tanto no son eternos, y son inventados por hombres mortales cuya existencia no depende de sí mismos. Sólo Jehová es “Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir.” (Apoc.4:8) (favor ver el anexo Jehová, único Dios)
4. Solo Jehová es incomparable
“y nada hay semejante a mí.” Esta razón deriva de la anterior. Si Jehová es el único Dios, ¿qué o quién puede ser como Él? En el capítulo 40, Dios plantea dos veces esta pregunta al pueblo de Israel: “¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o a qué imagen le compararéis? (Isa 40:18) “ ¿A quién, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo.” (Isa 40:25) El salmista Etán lo dice de esta manera: “Porque ¿quién en los cielos se igualará a Jehová? ¿Quién será semejante a Jehová entre los hijos de los potentados? Dios terrible en la gran congregación de los santos, y formidable sobre todos cuantos están a su alrededor. Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú?” (Sal.89:7-9) La respuesta es obvia: nada ni nadie, porque ¿con quién uno puede comparar al que es único?
Siendo Jehová el único Dios, también Él es el único digno de nuestra adoración y devoción. No debemos tratar de sustituirle ni por nosotros mismos ni por otras cosas vanas. Tampoco podemos salvarnos a nosotros mismos de nuestros pecados ni ningún otro lo podrá hacer porque Él dijo: “Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra: porque yo soy Dios, y no hay más.” Por esto Pedro, hablando de Cristo, dijo: “Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos”. (Hch.4:12) Como Jesucristo es Dios y único Salvador, puedes confiar en Él para la salvación de tu alma. ¿Lo has hecho ya?
Isa 43:10 Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí; para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado Dios, ni lo será después de mí.
Isa 43:12 Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros dios extraño. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios.
Isa 44:6 Así dice Jehová el Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
Isa 44:8 No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde antiguo, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.
Isa 45:5 Yo soy Jehová, y ninguno más hay. No hay Dios fuera de mí. Yo te ceñí, aunque tú no me has conocido;
Isa 45:14 Así dice Jehová: El trabajo de Egipto, las mercaderías de Etiopía y los sabeos, hombres de gran estatura, se pasarán a ti, y serán tuyos; irán en pos de ti, pasarán con grillos; se inclinarán delante de ti y te suplicarán, diciendo: Ciertamente en ti está Dios, y no hay otro fuera de Dios.
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